domingo, 10 de febrero de 2013

Vivir el perdón

Vivir el perdón, Jorge Lomas

El perdón te llevará adonde tú verdaderamente quieres ir y no adonde piensas que deseas ir. El perdón nunca te quita nada, sólo sucede cuando eres capaz de soltar y nunca antes.

El perdón es un proceso de liberación de la mente, basado en la compasión y la aceptación, que permite descubrir lo que realmente eres y disolver  el ego. Tú objetivo es la paz interior.

El perdón es un camino de liberación de la mente. Liberarse de emociones que aprisionan, de dolorosas creencias, de pensamientos repetitivos de odio, de relaciones de locura. Y, sobretodo liberarse de una amarga y profunda culpa. Es la mente liberándose de sí misma. La verdadera sanación de la mente es liberarse del ego.

El perdón es la sanación de la culpa en la mente y no el castigo por la culpa en el mundo.

Cuando sufres, ya sea pq estás lleno de rabia, o sientes miedo, desconfianza, duda, dolor, pérdida o culpa, lo que sucede es que hay un conflicto en tu mente. Tú mente está enferma, hace que sientas sufrimiento pq no percibe correctamente la situación.

El sufrimiento se debe a que la mente está en conflicto.

El perdón es una decisión consciente de caminar hacia la paz. El puente que atraviesa la brecha del conflicto es el perdón. Tú eres el que decides perdonar.

El motivo por el que nuestra mente tiene problemas tan habitualmente es por nuestro programa mental subconsciente de conflicto que alimenta constantemente todo el sufrimiento que vivimos.

El perdón te invita a que vayas deshaciendo tu escondida adicción al sufrimiento. Perdonar no es sacrificarse.

Perdonar es dejar de juzgar. Debemos dejar ir toda idea de "ser bueno" "ser malo".

No debes usar el perdón para intentar cambiar al otro, sino como un proceso de sanación de tu propia mente. Sanas tu mente al sanar la imagen de la otra persona en tu mente.
Lo que sana las relaciones es tu modo de percibir la persona o la relación.
Perdonar no es olvidar!!. Al contrario es enfrentarnos cara a cara a la realidad y al sentir.
Afrontarlo no signifia resistirse ni sacrificarse, si no ser consciente de lo que hay y sentirlo con honestidad y responsabilizarnos del proceso interno del perdón.

Perdonar es dejar de juzgar.
Habitualmente pensamos: que alguien nos ha hecho algo que consideramos malo y lo juzgamos como culpable. debemos castigarlo, despreciándolo, rechazándolo y ofediéndolo con crueldad hasta que demuestre un sufrimiento similar al tuyo, lo cual ya sería justo. Si él otro es capaz de humillarse indicando humildad, quizás hagas el gesto de te perdono, pq soy mejor y mas santo que tú.
Perdonar no es adoptar una actitud de superioridad moral basada en el juicio al otro y despues castigar al culpable. Ésto es arrogancia elitista de nuestro ego y no auténtico perdón. El verdadero perdón deshace cualquier idea de elitismo o separación entre personas.

La paz interior la alcanzas cuando renuncias al conflicto, cuando abandonas por completo el campo de batalla.

Paz es amor. Paz es amar lo que es, tal como es. Paz es aceptación pura de este momento.

La paz no es lucha, ni conflicto, ni esfuerzo, ni sufrimiento,ni miedo, ni preocupación, ni incapacidad ni impotencia, ni exigencia, ni prisa,ni culpa, humillación o resignación, ni inactividad.

Cómo se viven las relaciones con esta paz? Todo es aceptado ahora. Te acepto completamente tal como estás. Me acepto totalmente. No espero nada de tí, no te exijo nada, no me exijo nada a mí mismo, pues no exijo nada a éste momento. No siento ninguna culpa. Confío por completo en este momento. Estoy a salvo y no necesito nada.
En la pura aceptación es donde te reconoces profundamente vivo y feliz desde la sencillez. El amor sólo es posible en la paz y nunca en la lucha.
El perdón nos lleva a un cambio de percepción sobre la persona, la situación y la vida, como consecuencia de una expansión de la conciencia.




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